7.21.2020

La Política Abinader y la Causa Nacional. El nuevo discurso y las viejas urgencias que no pueden esperar

La Política Abinader y la Causa Nacional. El nuevo discurso y las viejas urgencias que no pueden esperar 

Dr. Robert Cabral

Es totalmente correcta la declaración del hoy presidente electo, entonces candidato, cuando habló de la "dominicanizacion del trabajo, de la mano de obra en RD", y señaló sin tapujos que "había que nacionalizarla".

Más importante aún, es el hecho de que es el mismo presidente electo, quien dice que "esa tarea no sólo depende del sector privado", sino ademas y sobre todo de la *intervención del gobierno*. Clarisimo.

En un país con nuestra estructura económica, jurídica, social y cultural, pero sobre todo, con nuestra peculiar composición y naturaleza del poder, el Estado tiene que trazar las pautas nacionales, e intervenir, sobre cuestiones que atañen a la muy alta y compleja seguridad nacional interna y exterior, y sobre temas que requieren de regulación estricta, por la misma condición geográfica, antes que nada, y luego por la naturaleza histórica, el rigor, y los acechos, de los conflictos acumulados entre los dos países, y donde claramente, esta acreditado, y admitido, de donde vienen y han surgido tales conflictos, en cada momento histórico, que son el resultado de la naturaleza misma, antagónica por necesidad, del origen, la identidad, y la cultura distinta entre ambos, donde se erige la visión fundamenralista del imperialismo y el supremacismo místico y misional haitiano, al considerar, equivocadamente, que está es una sola tierra, y que los dominicanos tendremos que someternos a sus designios de ocupación y control al que tienen "derecho propio", o "adquirido". 

Idea está que, aunque aparenta una menguada quimera en estos últimos decenios, ante la debacle y la decadencia miserable del pueblo haitiano sometido a la férula del atraso más abyecto y primitivo, como a su propia ingobernabilidad, así como de la probada incapacidad de autogestion del inviable Estado haitiano, es un proyecto perpetuo que, como estrategia geopolitica, es aupado por los países desarrollados, y sus organismos multilaterales, que no sólo tienen que detener aquí, la estampida haitiana hacia sus metrópolis, sino que además, persiguen sentar bases modernas de control geopolitico, en el Centro Caribe. 

Por tanto, aunque es auspiciosa la declaración del presidente electo, no es menos cierto que, es una cuestión de lógica común y elemental, de retrotraer las cosas en nuestro país, a su estado anterior, en la relación entre ambos países, basadas en el estricto respecto a la autodeterminación, política, territorial, legal, y fronteriza entre ambos países y Estados, como del derecho inalienable de cada uno de regular sus políticas migratorias internas, conforme sus intereses nacionales, tal como la aplican y definen todos los países civilizados, que respetan sus leyes y protegen a sus ciudadanos.

Sin embargo, ante lo avanzado del deplorable estado, ilógico, absurdo e inconstitucional, en que ha derivado la situación de postración dominicana actual respeto de Haití, y los haitianos, hay decisiones que no pueden esperar, por los decisivos y fatales impactos que están generando en el pueblo dominicano, y para nuestra existencia y continuidad histórica como entidad humana, y territorial unida por una identidad y un destino común.

También, durante una visita al comando estratégico tecnológico, creado para monitorear los procesos del Covid-19, en el Ministerio de Defensa, el presidente electo declaró que "aplicaría un estricto control fronterizo", e informó que se había dispuesto "tomar acciones inmediatas" entre los ministros entrante y saliente, de la Defensa. 

Esta declaración se hace, y adquiere relevancia, justo cuando se están difundiendo continuamente videos recientes sobre avalanchas masivas de haitianos ingresando ilegalmente por diversos puntos fronterizos vulnerables. Y más aún, cuando las calles, campos, avenidas, y ciudades del país, están prácticamente atestados, repletos de haitianos desandando, mendigando y colocando mercados improvisados de todo tipo de mercancías, en plenas calles y espacios públicos. 

Problemas estos que requieren respuestas inmediatas, considerando que se estima que al menos 5 millones de ciudadanos haitianos ocupan nuestro territorio, y el país no tiene capacidad de acogida de esta magnitud, convirtiéndose además en un problema letal de seguridad nacional, cuya solución no puede ser, ni diferida ni postergada. 

Temprano en el proceso electoral, el Movimiento Patriotico y Nacionalista Dominicano, llevó a todos los candidatos presidenciales, y seguímos difundiendo el documento *Escudo Restaurador*, o conjunto de propuestas y políticas públicas y gubernamentales, de carácter patrioticas, de aplicación inmediatas, puesto que se trata de un conjunto de iniciativas integrales, responsables, y fundamentadas, sujetas a la más absoluta legitimidad constitucional y al más alto interés nacional, a los fines de preservar nuestro sagrado e irreductible legado histórico Trinitario e independentista.

El Presidente electo tiene en sus manos este conjunto de propuestas, fruto del esfuerzo razonado, y eficiente, de una parte importante de los activistas nacionalistas más calificados técnicamente y comprometidos con la sagrada causa.

Le corresponde pues al nuevo gobierno, disponer las medidas enérgicas correspondientes, para recuperar el país, su soberanía, y su pleno control y potestades territoriales, y poblacionales.

A continuación el video de las declaciones de Luis Abinader

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