Enfurecidos por el creciente costo del combustible, los manifestantes han salido a las calles de todo el país.
El jueves, cuando entraron en vigencia los recortes, los manifestantes bloquearon las carreteras en todo el condado, deteniendo el transporte.
En respuesta, Moreno declaró un estado de emergencia de 60 días, quien dijo que no permitiría a los manifestantes "imponer el caos".
El viernes se realizaron más protestas en Quito, la capital y la ciudad de Guayaquil, donde las carreteras estaban llenas de barricadas improvisadas y neumáticos en llamas.
Alrededor de 350 personas fueron arrestadas durante las manifestaciones, dijo el Ministerio del Interior de Ecuador, con informes de saqueos y enfrentamientos con la policía.
Las autoridades dijeron que 28 policías resultaron heridos, una docena de autos policiales destruidos y un edificio del gobierno local atacado.